domingo, 15 de noviembre de 2009


Una mujer que piensa eso,
solo puede ser mirada por un hombre con el corazón abierto y el alma en la mano.
Solo puede ser tocada por hombres valientes, de esos que no saben correr,
que no miran para atrás, ni se miran los pies.
Hombres que gustan de exederse en la dulzura sin miedo a empacharse,
y que abrazan muy fuerte sin temblar...
Hombres que sonrían sin debilidad.
Corazones apasionados como un incendio forestal.
Conformistas, cobardes, tibios, corredores de maratones, estafadores emocionales y marionetas, abstenerse.
A todos ellos, ella se declara invisible, inexistente e inalcanzable.

2 comentarios:

elpperfumedelppapel dijo...

Por tener el corazón apagado
(tanta agua turbia que le echaron)
Nunca la pude conocer.
Ella quería un incendio, desvelado.

Por ya no saber si soy cobarde o valiente
De tanto pensar en círculos amargos
Nunca la pude conocer.
Ella quería valor, dulzura, besos largos.

Se declaró invisible a mis ojos
Inexistente en mi alma
Inalcanzable a mis manos

Se declaró culpable
de pretender un prìncipe,
Siendo yo,
sólo un vulgar humano.

viktoria dijo...

hermoso...