domingo, 15 de noviembre de 2009

La canción que no puedo dejar de escuchar hace días...una adicción a repetir ese dulce y triste conjunto de sonidos...

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¿Puedes oirlos?
¿Los helicopteros?
Estoy en New York
No necesito palabras ahora
Nos sentamos en silencio
Me miras
Directo a los ojos
Me encuentras
Creo que es Miércoles
El atardecer
El lío en el que estamos

El sol de la ciudad se pone sobre mí

Noche y día
sueño de
hacer el amor
contigo nena
Hacer el amor
En la pantalla
Sueño imposible
Y he visto
La salida del sol
Sobre el río
La autopista
Recordando
El lío en el que estamos

El sol de la ciudad se pone sobre mí

¿Qué estabas deseando?
Solo quiero decir
Nunca cambies nena
Y gracias
No creo que nos volvamos a encontrar de nuevo
Y ya debes irte
Antes de que salga el sol
Sobre los rascacielos
El pecado y
El lío en el que estamos

El sol de la ciudad se pone sobre mí...

Una mujer que piensa eso,
solo puede ser mirada por un hombre con el corazón abierto y el alma en la mano.
Solo puede ser tocada por hombres valientes, de esos que no saben correr,
que no miran para atrás, ni se miran los pies.
Hombres que gustan de exederse en la dulzura sin miedo a empacharse,
y que abrazan muy fuerte sin temblar...
Hombres que sonrían sin debilidad.
Corazones apasionados como un incendio forestal.
Conformistas, cobardes, tibios, corredores de maratones, estafadores emocionales y marionetas, abstenerse.
A todos ellos, ella se declara invisible, inexistente e inalcanzable.